

El montaje para la prueba era bestial, parecido al de un Ironman, y junto a las vistas y lo cuidado que estaba Alpe d'Huez, era un placer estar allí, un placer y un privilegio.
La competición se acercaba y con ello aumentaba el ambiente
en la estación de esquí. El martes era el turno del briefing, recogida de
dorsales y de preparar todo (ropa, comida...) para el día siguiente. La nueva
preocupación pasó a ser ¿qué día nos encontraríamos, frío, lluvia...? Había que
estar preparado para todo.
Y llegó el día D, desayuné bien, todo recogido, T2 montada y
para el pantano junto a mi familia y mi novia. El día era mejor de lo previsto,
nublado pero sin lluvia, y algo fresco. Sabía que el agua del pantano estaría
fría pero lo que me encontré al meterme en ella era demasiado, cortaba la respiración, por un momento mis
pensamientos pasaron a ser bastante negativos, dudando si saldría del agua en
condiciones de hacer la transición y continuar con la prueba. Sin embargo y
tras las dudas en la salida, mi cuerpo fue respondiendo, y a pesar de no hacer una natación buena, tocaba tierra a
5'30" de cabeza, transición bastante lenta, conservadora, pero buscando no
llevarme sorpresas por falta de ropa o comida.




Mis sentimientos eran contradictorios, por un lado el estar
allí, invitado, era una gran recompensa y un premio a dos buenas temporadas, y
por otro lado el no haber podido devolver en forma de buen rendimiento esa
confianza depositada en mí, me daba rabia y me enfadaba, también ayudaba a tener más ganas de volver, y a pesar de no estar contento, estaba satisfecho por terminar. El puesto fue lo de menos, 56 de unos 1500 que salimos, y en torno a las 7h de prueba ;-)
En el fondo la prueba
me encantó, pero claro, con La bola del Mundo y Sierra Nevada, junto a esta, en
menos de cuatro semanas, mucho más no podía pedir. Pero acabar hay que acabar a no ser que hay lesión grave, también por todos los que me apoyan, Taymory, Cébé, Lizarte Bikes, Sapiens Human Runner, Villa Inés, De Sousa Visión, Ancaster, Jets Marivent y Casco Helmets, todos ellos de una u otra forma empujaban para poder acabar dignamente.
Es una prueba que recomiendo al 100%, con una organización
magnífica y que nos trató de lujo durante esa semana, agradecer a Nico todo, un
trato impecable, unos apartamentos perfectos, acceso a piscina... Sin lugar a
dudas mi primer pensamiento ya en frío fue el de volver en 2015 a buscar un
buen resultado y una prueba que me permita dar mi 100%. El paraje alpino,
además te permite planificar allí unas buenas vacaciones, ya sea para entrenar
y conocer grandes puertos míticos, o para hacer turismo y senderismo, que fue a
lo que nos dedicamos los días posteriores al triatlón.
Tengo que dar desde aquí mi enhorabuena a todos y cada uno de los españoles que compitieron los dos días, y especialmente por sus carrerones, a Alberto Moreno (2º en el Largo), a Pakillo (4º en el Largo), a Alberto Bravo (10º en el Largo), a Marcel Zamora (8º en el Corto), a Joan Ruvireta (9º en el Corto), a Anna Noguera (5ª en el Corto) y Judith Corachán (7ª en el Corto), espectaculares todos :-)
En la zona hay miles de rutas para todos los niveles y
gustos, siempre con un paisaje espectacular y bien equipadas con refugios muy
modernos donde poder parar a comer o descansar, además de estar todo
perfectamente indicado.
Al día siguiente de mi carrera, y sin el cansancio habitual tras un medio, tocaba animar a Diego (al que bajamos a ver, caminando desde Alpe d'Huez, pero Diego tampoco tuvo su día. Es una carrera más en el calendario, no fue el día de ninguno de los dos, pero volveremos, mejor preparados y conociendo el terreno y prometo que la historia será muy diferente.
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