martes, 30 de junio de 2015

Burabay

Hacía tiempo que no escribía, y es hora de retomar el blog.

Esta vez voy a centrarme en el viaje a Kazajistán, a la Copa de Asia (o ASTC  Cup, Asian Triathlon Confederation) de Burabay. La idea surgió echando un vistazo al calendario ITU, y de casualidad encontrando muy buena conexión aérea desde Vilnius, algo menos de 300 euros ida y vuelta.



Todavía con bastante tiempo decido escribir a la organización (ya que veo que ofrecen alojamiento gratuito, pero mejor asegurarse), muy amablemente Mrs. Liubov Spahiry, secretaria de la Federación Kazaja de Triatlón, intercambia unos cuanto correos electrónicos conmigo, explicándome como hacer y las condiciones de la competición, alojamiento y demás.








Así es que a unas tres semanas de la prueba decido correr definitivamente. Toca visitar la embajada Kazaja en Madrid, para solicitar el visado (sin grandes problemas, aunque se quedan tu pasaporte durante 7 días para concederte el visado). Vuelo cogido con la compañía bielorrusa Belavia (Vilnius-Minsk-Astana). Todo en orden y con un poco de nervios debido a viajar solo a un país totalmente desconocido, se va acercando el día.



Mi estado de forma no es el óptimo, al encontrarme tras la época de exámenes, pero bueno en la línea de salida a nadie le va a importar eso, sin embargo tengo cierto optimismo y bastantes ganas de hacer el viaje, la prueba no cuenta con el nivel de las copas continentales europeas y al no competir demasiada gente, hace que el sector de bici tome mayor relevancia (al no poder formarse grandes pelotones).



La semana previa a la prueba, ultimo los detalles del viaje, un transfer me recogerá en el aeropuerto de Astana y en unas tres horas llegaré a Burabay, eso sí, de madrugada del día previo a la competición (un error que no volveré a cometer, hay que dejar al menos 2, 3 días entre un viaje así y la carrera para permitir al cuerpo recuperarse).


El jueves 25 de junio, voy al aeropuerto acompañado de mi novia, para coger mi vuelo a Minsk de las 9:30 am, el viaje comienza bien, ya que al llevar poco peso en la bici, no me la cobran (50 euros de ahorro), viaje muy corto hasta Minsk, y en este aeropuerto me toca esperar un tránsito de casi 10 horas (otro error a no cometer más, mejor pagar algo más por una conexión mejor), ya que se convierte en un día interminable. Cojo el siguiente vuelo de unas 4h de duración y de madrugada llegó a Astana.



Allí me espera un kazajo de la federación que sabe lo mismo de inglés que yo de ruso, y en un turismo, de madrugada, medio dormido y al lado de alguien que no conozco de nada y con quien no me puedo comunicar viajo hasta Burabay. Dejamos Astana (ciudad tipo centro de negocios con rascacielos y poco más que destacar) y por una buena autovía cruzamos el páramo que es Kazajistán, no hay absolutamente nada en todo el camino... La verdad en ese momento iba un poco "acojonado" preguntándome dónde me había metido.


Pero llegamos a Burabay, amaneciendo y allí me recibe otro señor de la federación que me indica donde dejar la bici, y donde voy a dormir, compartiendo habitación con Valentín Mescheryakov. Quizás a algunos os suene su nombre, fue Campeón del Mundo Junior en Madeira y fue el que le puso las cosas difíciles a Javi Gomez Noya en aquel Iron-Tour de hace años, un moscovita que ahora representa a Kazajistán.


He de resaltar que gracias a él, mi viaje fue perfecto ya que me ayudó en todo lo que pudo (sobre todo con el idioma). Nada más llegar, después de dormir un poco me llevo al sitio donde desayunaban y me explico el funcionamiento y horario de comidas. Además ese mismo día toco rodar un poco en bici y nadar unos metros, y por supuesto ir pronto a dormir.


Día de la carrera, un buen desayuno, preparar todo, y con tiempo hacia la prueba junto a Valentín. Un buen calentamiento y todo listo, suena la bocina y hago una buena salida, 300m y sigo en el grupo, pero en ese momento exploto, o esa fue la sensación, y a duras penas sigo los pies de otro triatleta, las sensaciones no son nada buenas el resto de natación, pero salgo con ganas de apretar en bici, y eso hago, sin embargo tampoco tengo las piernas de otros días, aún así junto a un chaval de Taipei hacemos un buen trabajo parar que el grupo de cabeza no se fuese demasiado. Ya en la carrera no me siento mal pero sé que no estoy yendo rápido. Hice todo lo que pude, pero ese día mi cuerpo dio para hacer 9º absoluto, creo que aún estaba cansado del viaje. Pero bueno ya estaba hecho.


Con el tema de puntos, agradezco muchísimo las felicitaciones, pero al final la cosa es más "chunga". por lo visto, este año se aplica 5% de tiempo final en todas las pruebas ITU (sea cual sea la categoría de prueba), esto da muy poco margen en un triatlón sprint. Aquí la verdad es que al cruzar la meta lo primero que pensé fue en el cut-off, pregunté allí y me decían que por el lugar donde entré no habría problema, pregunté también vía Whatsapp a compañeros y me decían lo mismo, así que yo ya contaba con tenerlos. Ya actualizada la web ITU, y con acceso a internet para poder leer todo bien, veo que estoy sin puntos, y echando cuentas el corte era escasito escasito, y nadie de mi grupo entró en el cut-off. Una pena y un pequeño palo. Pero bueno, si algo tengo es moral, así que me quedo con la inmensa experiencia y a mirar adelante.


Por la tarde bastante relax, comimos al llegar y una pseudo-siesta a la que siguió la cena y a dormir. El domingo hubo que aprovecharlo para recorrer un poco de aquel lugar, así que Valentín me llevó con la bici a dar la vuelta al lago, y hay que decir que merecía mucho la pena. Al volver, comida, recoger las cosas y el tiempo justo para comprar alguna postal, y es que el transfer, esta vez junto a los coreanos y a un filipino salía pronto. Para mi sorpresa, y le doy las gracias al presidente de la federación kazaja de triatlón Yuriy Solovyev, me dijo que no pagara nada (contaba con tener que pagar las comidas), así que en ese sentido les estoy muy agradecido.


El viaje de vuelta, pues un poco "coñazo" pero bueno el lunes por la mañana ya estaba en Vilnius, dejar las cosas y a nadar... No hay tiempo que perder.




Próxima parada: Campeonato Élite de Triatlón en Ginebra (Suiza)